Para todo aquel que todavía no se encuentre familiarizado con este ya imprescindible término en el mundo empresarial, “Branding” es un anglicismo empleado en mercadotecnia que hace referencia al proceso de hacer y construir una marca (en inglés, brand equity), mediante la administración estratégica del conjunto total de activos vinculados en forma directa o indirecta al nombre y/o símbolo (logotipo) que identifican a la marca, influyendo en el valor de la marca tanto para el cliente como para la empresa propietaria de la marca.
El diseño de oficinas se ha convertido en una de las principales estrategias de branding.
Hace unos años, el lugar de trabajo no era considerado por las empresas como una posible herramienta para potenciar su imagen pero, a día de hoy, ya son muchas las compañías que apuestan por realizar branding también en sus oficinas, tanto es así, que numerosos estudios publicados recientemente avalan un elevado crecimiento de la inversión en el diseño acorde con los valores empresariales, reflejado en la mejora de la motivación de los empleados, su implicación, productividad y por supuesto, en la relación con los clientes. La innovación y la creatividad son más fáciles de conseguir en un ambiente adaptado a la filosofía de la empresa, en función de la cultura corporativa de la compañía, teniendo en cuenta la forma de trabajar de todos los trabajadores y el espacio disponible.
Uno de los mejores ejemplos es el caso del gigantesco Google, destacando precisamente por la incorporación de sus valores de marca en sus sedes de trabajo y en la política de recursos humanos, oficinas en las que no faltan elementos y espacios de ocio, mamparas o tabiques movibles para adaptar cualquier lugar según las necesidades de cada momento creando también un lugar abierto, multifuncional, flexible y de comunicación entre todos sus componentes y dónde los colores de su logo corporativo juegan un papel muy importante, repercutiendo todo esto positivamente en sus empleados y también en los clientes que las visitan.
Muy pronto podremos observar cómo el diseño de las oficinas cobra aún más importancia no sólo como un simple valor del inmueble sino como una estrategia para proyectar su imagen e influencia en el desempeño y satisfacción de sus trabajadores.